Terapias complementarias
para ser feliz…
¿Qué son las terapias complementarias?
Consisten en tratamientos no tradicionales, como por ejemplo, las hierbas medicinales o los tratamientos holísticos, en los cuales se considera al ser humano en su totalidad, de manera integral (holismo).
Algunas de ellas se basan en principios no reconocidos por la medicina convencional, sin perjuicio de que la evidencia demuestra su efectividad en el tratamiento y sanación de diversas condiciones de salud.
En general, las terapias complementarias se basan en conocimientos tradicionales y, de ahí que haya menos evidencia científica disponible. Sin embargo, entre sus cualidades se cuentan el ser poco invasivas y menos costosas que los tratamientos convencionales.
De todos modos, es conveniente mantener los tratamientos convencionales ya iniciados y no suspender los medicamentos de éstos… ¡por ello son terapias complementarias y no alternativas!
¿Cuál es la diferencia entre terapia «complementaria» y «alternativa»?
- La terapia complementaria implica que, conjuntamente con ella, pueden continuase los traramientos médicos convencionales, ayudando al paciente a sentirse mejor y a recuperarse con mayor rapidez, que si sólo se empleara una de esas terapias por separado.
- La terapia alternativa, en cambio, es generalmente usada en vez de una terapia médica convencional.
¿En qué se basan?
Ellas se basan en creencias fundamentales, generalmente, compartidas por todas ellas, como:
- Cuando el cuerpo se desequilibra sobreviene la enfermedad
- El cuerpo tiene la capacidad de sanarse así mismo y de mantenerse saludable bajo las condiciones adecuadas
- La persona debe tratarse de manera integral, considerado como un todo, y no sólo atacarse los síntomas de la enfermedad
- Primero deben intentarse las terapias que causen menos daño o que sean menos invasivas
- La sanación toma tiempo. No existe la sanación instantánea
- Son preferibles los productos y remedios naturales a los sintéticos
¿Qué terapias complementarias existen?
Existen muchas y variadas técnicas de sanación, pero entre las más conocidas pueden citarse la acupuntura, el reiki, el yoga, la homeopatía, la aromaterapia, la técnica de liberación emocional, el péndulo hebreo, las flores de Bach, las constelaciones familiares, la sanación pránica, la biodescodificación, los registros akáshicos, thetha healing, la medicina herbolaria, la sahumación, etc.
¿Qué ventajas tienen?
Las terapias complementarias le permiten a las personas alcanzar un estado óptimo de salud y mantenerlo en el tiempo, así como de desenvolverse de la mejor manera en el quehacer diario con la ayuda de estas terapias; tener el control de la salud propia al beneficiarse con prácticas seguras que consideran el ser humano en su integridad en cuanto ser corporal, mental y espiritual.
¿Cómo surgen las terapias complementarias?
Si bien cada terapia complementaria tiene un origen propio, podemos decir que, en general, éstas provienen de alguna medicina tradicional. Por lo general, se entiende que una medicina es tradicional, cuando proviene de un conjunto de conocimientos y prácticas fundadas en creencias y experiencias de una cultura en particular. Mayoritariamente, se les atribuye a los pueblos indígenas o aborígenes de alguna parte del planeta.
Realmente, en estas prácticas curativas, no interesa la explicación científica, sino el resultado visible en el «paciente». Además, suelen incluir procedimientos de diagnóstico, prevención y tratamiento propiamente tal de una enfermedad o dolencia física o mental.
Por otra parte, en culturas milenarias las prácticas de sanación han incluido, principalmente, hierbas en todas sus preparaciones: infusiones, cremas, ungüentos, sahumerios, etc. En la actualidad, la ciencia y la medicina moderna están dando, poco a poco, validez y sustento a las medicinas tradicionales, gracias al estudio de sus prácticas y remedios naturales.
En todo caso, estas prácticas curativas, mantenidas dentro de su tradición o innovadas en sus métodos, forman parte de lo que hoy entendemos como terapias complementarias.
Esperemos que con el desarrollo y expansión de las mismas, y el avance en su comprobación científica, logremos integrar tanto las terapias tradicionales y complementarias con la medicina convencional. De ese modo, seremos capaces de abarcar de una vez al ser humano en su totalidad, cubriendo su parte física, emocional, mental y espiritual, único modo de lograr la sanación completa y profunda en la persona, previniendo e impidiendo la reaparición del mal.